Competencia o cooperaciĆ³n
- Catalina Trujillo ArbelƔez
- 12 sept 2024
- 2 Min. de lectura
Por alguna razĆ³n que aĆŗn no comprendo del todo, los seres humanos hemos fomentado la competencia como medio de supervivencia. Desde el colegio, nos enseƱaron a competir por las mejores notas, en los deportes a ganar siempre con el objetivo de ser los mejores, y ya en la adultez, sea como emprendedores o empleados, a luchar por ocupar el primer lugar. A menudo estamos pendientes de lo que hace el otro, intentando superarlo, con la Ćŗnica finalidad de obtener mejores resultados individuales.
ĀæQuĆ© pensarĆas si te dijera que, en la naturaleza, mĆ”s del 90% de las relaciones se basan en la cooperaciĆ³n? Cada individuo en un sistema busca aportar para contribuir a un bien mayor, en conjunto.
Un ejemplo que me sorprendiĆ³ mucho es un documental donde explicaban cĆ³mo los Ć”rboles se comunican a travĆ©s de sus raĆces, ayudĆ”ndose entre ellos. Se envĆan minerales cuando alguno lo necesita, si una especie ataca a uno, los demĆ”s colaboran para defenderlo, y si un Ć”rbol estĆ” muriendo, prefiere entregar todos sus nutrientes al entorno para beneficiar a sus vecinos.
ĀæQuĆ© tal si dejamos de ver a nuestros semejantes como competencia y comenzamos a identificar los valores que nos unen? ĀæQuĆ© tal si exploramos cĆ³mo podemos ser mejores juntos? Cada individuo tiene su esencia, y el logro de los objetivos vendrĆ” siempre y cuando dĆ© lo mejor de sĆ. Al conectarnos con otros y contribuir al mĆ”ximo desarrollo individual y colectivo, avanzamos todos como especie.
Las relaciones simbiĆ³ticas en la naturaleza se basan en el "gana-gana" que dos organismos pueden generar. Te invito a relacionarnos desde esta perspectiva, tanto a nivel personal como profesional. Solo de esta forma lograremos desarrollar al mĆ”ximo nuestro potencial individual y colectivo.
Es importante dar el primer paso. En mi caso, llevo algunos aƱos siendo consciente de esto, buscando cooperar constantemente y estar al servicio de los demƔs. Los resultados han sido gratificantes: cuanto mƔs comparto, mƔs beneficios encuentro.
Un ejemplo es la comunidad que formĆ© hace tres aƱos junto a una persona que, en su momento, consideraba competencia. La pregunta clave fue: ĀæcĆ³mo unimos esfuerzos y nos enfocamos en un bien mayor para todos? Hoy puedo evidenciar el poder de este enfoque y los invito a sumarse a este movimiento.
Otro ejemplo que me gustarĆa compartir es mi experiencia profesional, en la cual he acompaƱado el diseƱo y desarrollo de muchas experiencias de aprendizaje. Amigos y conocidos, al necesitar mi asesorĆa, solĆan contactarme, pero mis tarifas suelen ser altas para un emprendedor. AsĆ que comenzamos a realizar trueques de conocimiento: hacemos sesiones donde yo les ofrezco mi experiencia y ellos, segĆŗn su especialidad, me entregan su conocimiento aplicado a mis proyectos. No se imaginan el poder transformador de esta prĆ”ctica; juntos nos apalancamos y potenciamos mutuamente.
Como en todo en la vida, te cruzarĆ”s con personas que aĆŗn tienen una visiĆ³n reducida, centrada en la competencia, que solo buscan imitar lo que haces. Sin embargo, no debemos permitir que eso nos desvĆe. Esta es una invitaciĆ³n a hacerlo diferente, a utilizar todos nuestros recursos para conectar desde otra mirada.
Ā”MĆ”s cooperaciĆ³n, menos competencia!
