Es común que el objetivo de aprendizaje en diversos modelos de formación a nivel organizacional o académico sea desarrollar una serie de competencias que le permitan al estudiante analizar y encontrar respuestas a partir de los estímulos y situaciones reales a las cuales se enfrentará en un entorno laboral o productivo, es decir, desarrollar el pensamiento crítico según la actividad a realizar. Y… ¿Qué es el pensamiento crítico? Pues es un proceso necesario para organizar, clasificar y analizar la información que recibimos y poder generar a partir de esto, unas reflexiones o conjeturas que forman nuestro criterio para poder fluir en nuestra vida, nuestro trabajo y nuestros procesos de aprendizaje.
El nivel más alto de pensamiento crítico no se desarrolla de la noche a la mañana y mucho menos es innato; este es precedido por unos niveles en los que, como personas, desarrollamos ciertas habilidades que nos permiten llegar a dicho nivel. Según los psicólogos Linda Elder y Richard Paul, los niveles de pensamiento crítico son:
1. Pensador reflexivo
Son personas que basan sus opiniones, decisiones o actitudes en prejuicios o en conceptos erróneos. No utilizan datos relevantes y precisos, tampoco la lógica de una manera consciente.
2. Pensador cuestionado
Son personas que reconocen que su propio pensamiento puede ser inexacto sin identificar todos los defectos que este pueda tener. Se conforman con la respuesta y no se interesan por la explicación de esta.
3. Pensador principiante
Pueden llegar a tener consciencia de los posibles sesgos en su manera de pensar y la influencia de su ego en sus decisiones.
4. Pensador en prácticas
Gracias a su experiencia, es un tipo de pensador que analiza sus procesos de pensamiento con frecuencia, lo cual le permite desarrollar mejores hábitos mentales.
5. Pensador avanzado
Es un pensador que implementa de manera sistemática la autocrítica como camino hacia el mejoramiento constante. Implementa su “percepción intelectual' para desarrollar nuevos hábitos, la 'integridad intelectual' para reconocer inconsistencias, “empatía intelectual” para comprender a los demás y el “valor intelectual” para confrontar ideas y creencias hacia las que tienen percepciones negativas.
6. Pensador maestro
Este es el pensador que comprende los niveles mentales más profundos. Siempre está dispuesto a examinar sus creencias para encontrar posibles errores o sesgos y está dispuesto a reconocer su propia ineptitud. En cuanto a su relación con otras formas de pensamiento o creencias, nunca realiza el análisis dependiendo del emisor, siempre lo hace alrededor de las ideas.
Tener este tipo de información presente en nuestras estrategias de aprendizaje puede ayudarnos a ser mucho más estratégicos a la hora de construir modelos y contenidos de aprendizaje, ya que identificando el nivel en que se encuentra nuestro usuario, podremos diversificar, planear y construir de una mejor manera los recursos que nos llevaran a un impacto mayor en nuestra organización.
Si quieres saber cómo puedes implementar esta información en la construcción de estrategias y modelos de aprendizaje organizacional, escríbenos al correo experiencia@koideas.com o diligencia el formulario que encontrarás al final de esta página; con todo el gusto del mundo, te acompañaremos con nuestro conocimiento.